La imagen se detuvo en el escritorio de Crecio Marcken.
Sin dejar pasar un segundo arremetió contra su hijo
-¿Qué te enseña esto?-
Éste estaba confundido, no solo se había impresionado con la imagen de aquella mujer cuyo nombre aún no conocía, sino había visto algo completamente irreal para su mundo, aquel hombre, de una manera desinteresada había cuidado de ella, de alguien que podría haberlo matado sin siquiera dudarlo. Con una seguridad inmensa replicó.
-Hay que ayudar a la gente que tenemos a nuestro alrededor, para poder mejorar nosotros mismos- Un dejo de sonrisa se asomó a su cara.
Su padre lo abofeteó y comenzó a gritar.
-¡NO! No puede ser que no comprendas nada, esa máquina de mierda te está destruyendo la capacidad de pensar, anulándola por completo. Lo que él hizo no fue desinteresado, ¿Crees que no va a sacar provecho de esos planos? Seguramente esa rata asquerosa los vaya a vender, o por lo menos eso tendría que hacer, tiene una ventaja enorme sobre todos sus compañeros, si tiene un poco de sesos va a presentarse como U-Mensajero y va a vivir en un mejor lugar, hay algo más que no viste porque tu cabecita no se fijó bien. Lo vas a ver de vuelta y esta vez me lo vas a decir bien.
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